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Orthotips AMOT

ISSN 2007-8560 (Impreso)
Órgano Oficial de Difusión Científica de la Federación Mexicana de Colegios de Ortopedia y Traumatología, A.C. (FEMECOT)
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2024, Número 3

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Ortho-tips 2024; 20 (3)


Abordaje terminológico y clasificación de lesiones musculares en el fútbol

Peña-Ramos, Felipe1; Vilchez-Cavazos, Félix2; Frech-López, Emilio2; García-García, Francisco2; González-Castillo, Carlos Joel3; Arrambide-Garza, Francisco Javier2
Texto completo Cómo citar este artículo 10.35366/116344

DOI

DOI: 10.35366/116344
URL: https://dx.doi.org/10.35366/116344
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Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 42
Paginas: 187-195
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PALABRAS CLAVE

lesión, sistema muscular, consenso de Múnich, sistema de atletismo británico, sistema de Barcelona.

RESUMEN

Las lesiones musculares son frecuentes en el ámbito internacional y profesional del fútbol soccer, siendo la principal causa de ausencia de los jugadores en sesiones de entrenamientos y competiciones oficiales. Dada su significativa repercusión en el rendimiento deportivo, se espera que el personal de la salud cuente con la habilidad de realizar diagnósticos precisos, llevar a cabo un manejo adecuado y realizar pronósticos acertados para garantizar el retorno exitoso de los deportistas a las competiciones en un tiempo apropiado. La adecuada clasificación de estas lesiones es fundamental para tomar decisiones informadas sobre su manejo. En este sentido, se han desarrollado diversas escalas para su categorización y graduación de acuerdo con el mecanismo, la localización anatómica, la sintomatología, los hallazgos en la exploración física y las características observadas en los estudios de imagen. Aunque el Consenso de Múnich, la propuesta de la Federación Británica de Atletismo y la del FC Barcelona son sistemas estandarizados ampliamente empleados, existe diversidad en los términos utilizados, lo que puede complicar la comparación entre escalas y dificultar su implementación. Por tanto, es crucial que los profesionales en medicina del deporte comprendan claramente la aplicabilidad y las distinciones entre las escalas más comúnmente utilizadas para clasificar y graduar lesiones musculares. Los equipos deportivos emplean diversas escalas para clasificar lesiones de acuerdo con su experiencia y capacitación. En el Club de Fútbol Monterrey, se utiliza la clasificación MLG-R del FC Barcelona, por lo que el propósito de esta revisión es describir los sistemas propuestos para la clasificación y gradación de lesiones musculares, con el objetivo de identificar similitudes y diferencias entre estas propuestas.



ABREVIATURAS:

  • US = ultrasonido.
  • RMN = resonancia magnética nuclear.
  • DOMS = dolor muscular de inicio retardado (Delayed Onset Muscle Soreness).



INTRODUCCIóN

Las lesiones musculares tienen una alta ocurrencia en el fútbol soccer internacional siendo la causa más común de ausentismo de los jugadores profesionales en entrenamientos y competiciones oficiales.1,2 Se ha estimado que la incidencia de lesiones musculares en el futbol soccer es de aproximadamente 8 por cada 1,000 horas de exposición con una menor incidencia durante las sesiones de entrenamiento.2,3 Tales lesiones podrían influir de forma significativa en el rendimiento deportivo individual, así como en el desempeño global de los equipos.3,4 Por lo tanto, se espera que el personal de la salud realice diagnósticos precisos, implemente un manejo adecuado y establezca pronósticos acertados para asegurar un retorno exitoso del deportista.2,5-8

La primera aproximación en el diagnóstico se orienta de acuerdo con los hallazgos clínicos y la exploración física.9 Sin embargo, el apoyo complementario de estudios imagenológicos como el ultrasonido (US) y resonancia magnética nuclear (RMN) ha modificado el enfoque en el diagnóstico.10-12 Además, han permitido estratificar la magnitud de la lesión, estimar de forma más precisa la localización de la lesión y monitorizar su evolución.13 La correcta clasificación de la lesión permite la toma de decisiones para su manejo.14 Sin embargo, las lesiones musculares constituyen un conjunto diverso de trastornos que, de manera tradicional, han sido complicados de definir y clasificar.15

Un elemento crucial en cualquier clasificación es la utilización de un lenguaje claro, sin ambigüedades y lo menos subjetivo posible.15 Para ello, se han creado varias escalas con el afán de clasificar las lesiones conforme con el mecanismo de lesión, la localización anatómica, la sintomatología, los hallazgos en la exploración física y las particularidades de la lesión descritas por medios imagenológicos.15-19 Entre los sistemas estandarizados mayormente empleados se menciona al Consenso de Múnich,16 la propuesta de la Federación Británica de Atletismo17 y la del FC Barcelona.18

Sin embargo, resulta desafiante establecer una terminología y clasificación universalmente aplicable en todos los contextos deportivos.20 A pesar de que las escalas coincidan en las dimensiones a evaluar para describir las lesiones musculares, existe una diversidad en la definición de los términos empleados, aplicabilidad y metodología de clasificación de lesiones,15,17 lo cual puede limitar la comparación entre las distintas escalas y obstaculizar la comunicación entre los profesionales.15

Es fundamental que el profesional de medicina deportiva posea un conocimiento claro de la aplicabilidad y las distinciones de las escalas comúnmente utilizadas para clasificar lesiones musculares en el fútbol soccer, así como conocer los factores pronóstico para el retorno exitoso del deportista.5,15,21 Los equipos deportivos emplean diversas escalas para clasificar lesiones de acuerdo con su experiencia y capacitación. En el Club de Fútbol Monterrey, se utiliza la clasificación MLG-R del FC Barcelona, por lo que el propósito de esta revisión es describir los sistemas propuestos para la clasificación y gradación de lesiones musculares, con el objetivo de identificar similitudes y diferencias entre estas propuestas.



EPIDEMIOLOGíA

Se ha estimado que la incidencia de lesiones musculares en el futbol soccer es de aproximadamente 8 por cada 1,000 horas de exposición, con una menor incidencia durante las sesiones de entrenamiento a comparación de las competiciones oficiales.2,3 Tales lesiones podrían influir de forma significativa en el rendimiento al final de una competencia.3 Se ha observado que un decremento en la ocurrencia de lesiones deportivas se ha asociado a un mejor desempeño global.3,22 Se estima que en un equipo de 25 jugadores se dan en torno a 15 lesiones musculares por temporada, siendo la causa de 27% de las ausencias por lesión.6 El sitio más común de lesión es la extremidad inferior, siendo los músculos del muslo la región que presenta mayor ocurrencia (> 80%).2 En relación con el grupo muscular del muslo mayormente afectado, se ha registrado una frecuencia elevada en los músculos isquiotibiales, seguida del cuádriceps y los aductores.6,23

Los jugadores de fútbol profesional masculino enfrentan un riesgo significativo de lesiones, especialmente durante los encuentros oficiales.22 Aunque las lesiones traumáticas son las más frecuentes, parece ser que la mayoría son de gravedad leve. Se destaca que las lesiones musculares y tendinosas en las extremidades inferiores son las más comunes.2



CLASIFICACIóN DE LAS LESIONES MUSCULARES

La falta de estandarización en la definición operacional de las lesiones y la ausencia de pautas dificultan la evaluación adecuada de las lesiones musculares y la comunicación entre los profesionales.15,24 "Clasificación" se refiere al proceso de describir o categorizar una lesión muscular con base en su localización, mecanismo o patología subyacente, mientras que la "graduación" de la lesión proporciona información acerca de su severidad.25

En la literatura se encuentran diversos sistemas de clasificación. No obstante, existe una diversidad en los términos empleados para clasificar y evaluar las lesiones musculares.15 De manera clásica, las escalas han compartido distintas dimensiones para la clasificación de las lesiones musculares; entre ellas, el mecanismo de lesión, la localización anatómica, la sintomatología, los hallazgos en la exploración física y las características de la lesión por medios imagenológicos como el US y la RMN.16-18

Se debe destacar que la descripción y categorización de la lesión no debe depender exclusivamente de los hallazgos imagenológicos.11,26 La integración de la información de diferentes métodos de diagnósticos, como el historial médico, la exploración física y los métodos imagenológicos, incrementan la probabilidad de un diagnóstico certero.14,26

Se recomienda como abordaje inicial documentar la historia del incidente (circunstancias, cuadro clínico y antecedentes de relevancia como lesiones previas). Posteriormente, se debe realizar una exploración física con mayor atención en la inspección y palpación de la región involucrada, comparándola con el lado no afectado, y evaluando los rangos de movimiento.27 En relación con el mecanismo de lesión, ésta puede ocurrir debido a fuerzas internas, como resultado de una actividad (por ejemplo, a través de la distensión) o por fuerzas externas, como consecuencia de un impacto directo (tal como contusiones o laceraciones).16,28

Aunado a la exploración clínica, los estudios imagenológicos permiten delimitar con precisión la localización anatómica de la lesión, la cual puede suscitarse en el cuerpo del vientre muscular, el tendón o en la unión miotendinosa.29 Al mismo tiempo, permiten evaluar la presencia de edema, la discontinuidad de las fibras musculares, y el estado del tendón muscular.29,30 Entre los sistemas estandarizados mayormente empleados se menciona al Consenso de Múnich,16 la propuesta de la Federación Británica de Atletismo17 y la del FC Barcelona.18



CONSENSO DE MúNICH

La declaración de consenso de Múnich surgió de una reunión con expertos internacionales donde se desarrolló un sistema integral de clasificación y gradación para lesiones musculares basándose en la experiencia de los participantes.16 Se concretaron definiciones que, con base en los hallazgos clínicos e imagenológicos, permiten dar una clasificación certera de las lesiones (Tabla 1).

De forma inicial, el consenso diferencia entre lesiones musculares directas (contusiones y laceraciones) y lesiones indirectas. Donde el mecanismo de lesión de las lesiones indirectas ocurre debido a fuerzas internas, como resultado de una actividad, por ejemplo, a través de la distensión. En cambio, las lesiones directas se suscitan por fuerzas externas, como consecuencia de un impacto directo, tal como una contusión o laceraciones.16

Las lesiones musculares indirectas se dividen en funcionales o estructurales. El término de "funcional" se define como un trastorno muscular agudo "sin evidencia macroscópica" de desgarro muscular por medio de RMN o US. Las lesiones funcionales a su vez se subclasifican en un grupo diagnóstico (fatiga muscular, trastorno muscular inducido por fatiga, DOMS [por sus siglas en inglés: Delayed onset muscle soreness] o trastorno neuromuscular relacionado con la columna vertebral).16,31

La fatiga muscular se refiere al cansancio o debilitamiento temporal de un músculo o grupo de músculos debido a un esfuerzo sostenido o repetitivo que puede ocurrir durante la actividad deportiva.16 Se caracteriza por presencia de firmeza circunscrita, dolor sordo a punzante que se acrecienta con la actividad. Por otro lado, la categoría DOMS ocurre varias horas después de movimientos de desaceleración, presentando dolor inflamatorio agudo con rigidez muscular con resolución espontánea en alrededor de una semana.31

En las lesiones estructurales se incluye el término "desgarro" con la pérdida de continuidad y propiedades contráctiles de las fibras musculares.16 Asimismo, la afectación del tejido conectivo (endomisio, perimisio, epimisio y fascia) adyacente también es considerado. Esto último lo distingue de un desgarro parcial menor de uno moderado. Las avulsiones tendinosas que se presentan biomecánicamente como un desgarro total del origen o inserción del músculo se clasifican como desgarros parciales o (sub)totales.16,32

Las contusiones musculares se clasifican como lesiones directas agudas. Representan una lesión compleja que involucra un trauma contuso definido en el tejido muscular y el hematoma asociado.33 La gravedad de la lesión depende de la fuerza del contacto, el estado de contracción del músculo afectado en el momento de la lesión y otros factores.34

Se ha observado que las subclasificaciones de la categoría "estructural" resultó útil para valorar el pronóstico de los deportistas; sin embargo, para la clasificación "funcional" son necesarios más estudios para valorar su pronóstico.5 Se ha observado que las lesiones estructurales requieren un periodo de recuperación y retorno a las actividades más prolongado en comparación con las lesiones funcionales.15 De igual manera, las lesiones moderadas y las lesiones subtotales o totales presentan un pronóstico menos favorable en comparación con las lesiones leves parciales.16 En el caso de las lesiones musculares sin contacto, que están relacionadas con la columna vertebral, el tratamiento puede ser más efectivo si se aborda no sólo el trastorno muscular en sí, sino también la condición subyacente.35



CLASIFICACIóN BRITáNICA

Pollock y colaboradores17 presentaron un sistema de clasificación para lesiones musculares sin contacto. Este sistema categoriza las lesiones en un rango del grado 0 al 4, utilizando la sintomatología, exploración física y hallazgos en RMN (Tabla 2). Los grados 1-3 se subdividen en "a", "b" o "c" para representar desgarres miofasciales, en la unión músculo-tendón o intratendinosos, respectivamente.17

Las lesiones de grado 0 se consideran aquellas que son negativas en la RMN, reflejando una "lesión neuromuscular focal" o una lesión DOMS. Las lesiones de grado 1-3 reflejan desgarros pequeños, moderados o extensos, respectivamente. Las lesiones de grado 4 se consideran desgarros completos tanto en el músculo como en el tendón.17

En cuanto al pronóstico, de acuerdo con la clasificación, la evidencia sugiere que las lesiones de grado 0 se asociaron con un retorno exitoso más corto en comparación con todas las demás categorías de lesiones. Por otro lado, las lesiones de grado 3 y 4 tuvieron un tiempo de retorno a las actividades deportivas prolongado.17



CLASIFICACIóN MLG-R

El equipo médico del FC Barcelona propuso una nueva clasificación basada en cuatro puntos, siguiendo un sistema de cuatro letras18 (Tabla 3 y Figura 1): mecanismo de lesión (M), ubicación de la lesión (L), grado de gravedad (G) y recurrencia de lesiones musculares (R). La letra M se refiere al mecanismo de lesiones musculares, pudiendo ser directas o indirectas asignando durante la evaluación la letra T o R, respectivamente. Para las lesiones indirectas, se crearon subcategorías del mecanismo para definir lesiones musculares indirectas de tipo estiramiento (S) y de tipo sprint (P). La letra L describe la localización de la lesión, la cual se subdividió en lesiones ubicadas en el tercio proximal (p), medio (m) o distal (d) del vientre muscular, con lesiones subclasificadas según la relación con la unión miotendinosa.

En la siguiente categoría se describe el grado de lesión (G). Se realiza por medio de las características de la resonancia magnética; si más de un músculo está lesionado, se considerará el músculo con la mayor área de anormalidad de la señal o distorsión arquitectónica como el sitio primario de lesión y se aplicarán criterios de grado para ese músculo en particular. Sólo se registra la presencia o ausencia de edema para los grados 1 y 2; no se hace diferenciación entre diferentes volúmenes de edema. Finalmente, se describe si se trata de una recurrencia (R) de la lesión, la cual se define como una lesión del mismo tipo y ubicación que la lesión inicial que ocurre durante los primeros dos meses después de regresar a la competición completa. También se considerarán recurrencias de las lesiones que afecten la misma unión miotendinosa, su tendón intramuscular o fibras asociadas.18

Los autores procuraron eludir áreas con evidencia limitada al abstenerse de utilizar términos como desgarro y distensión, suprimir descripciones de lesiones que no se visualizan en la RMN, y señalar elementos predictivos respaldados por un historial de lesiones y descubrimientos de imágenes con una sólida base de evidencia. Lo que distingue a este sistema es su inclusión de la recurrencia de la lesión en la gradación, ya que la repetición puede afectar la progresión de la rehabilitación.15,18



DIFERENCIAS ENTRE LAS CLASIFICACIONES

Cada una de las clasificaciones mencionadas fue sometida a un proceso de validación que incluyó la revisión de la literatura y la participación de experiencias propias de la comunidad científica.16-18 Sin embargo, existe variabilidad en sus términos y clasificaciones, lo cual, podría obstaculizar la comunicación entre profesionales para el diagnóstico y tratamiento de las lesiones musculares.15,18,24

A pesar de la facilidad de implementar estas clasificaciones, presentan algunas dificultades en sus definiciones y en su aplicabilidad. Por mencionar, las lesiones directas como la contusión representan una proporción importante de las lesiones musculares.2,36 Además de su mecanismo de lesión, presentan características clínicas y por imagen distintas a las lesiones sin contacto.11 Sin embargo, este tipo de lesiones se ignoran en el modelo británico a pesar de su relevancia en el fútbol soccer.15,17 Los sistemas de Múnich y Barcelona abarcan de forma integral la descripción de todas las lesiones musculares, incluyendo las lesiones por contacto.16,18

En relación con la definición de los distintos términos, aunque hay amplias similitudes, existen discordancias entre distintos autores, por ejemplo, en el Consenso de Múnich, existen principios que no son totalmente aceptados.15 En el consenso se reconoce la dificultad y debilidad de los términos empleados entre las distintas escalas, para ello proponen varios términos. En particular, el término "funcional" (definida como trastorno muscular agudo indirecto "sin evidencia macroscópica" de desgarro muscular en RMN o US) en esta clasificación tiene un significado específico, claramente distinto a su aplicación en otras áreas de la medicina.15,17 Por ejemplo, dado que el edema refleja la actividad celular, cualquier condición clasificada como funcional, pero que presenta edema, surge la duda de si hay daño celular o anatómico inherente en el proceso y, por lo tanto, podría considerarse una lesión estructural.15 En relación con la patología estructural, este sistema no amplía sustancialmente la clasificación de lesiones musculares más allá de los sistemas simples de grados del 1 al 3 presentando limitaciones en la diferenciación de lesiones, capacidad pronóstica y relevancia terapéutica.17

Por otro lado, pueden verse diferencias importantes en la utilización de los hallazgos imagenológicos. La presencia de normalidad de las estructuras musculares por medio de RMN, el sistema de Barcelona no intenta distinguir la posible etiología, mientras que el consenso de Múnich proporciona un desglose detallado. Además, la clasificación diferencia el DOMS de daños musculares microscópicos o irritación nerviosa periférica.16-18



INVESTIGACIóN FUTURA

La investigación futura en el ámbito de la clasificación de lesiones musculares se podría enfocar en la implementación de un abordaje más integral para estimar el tiempo para el retorno exitoso del deportista. Aunque la clasificación y la gravedad de las lesiones musculares son factores cruciales, se reconoce la necesidad de incorporar consideraciones sociales y psicológicas en este proceso.37-39 Hasta ahora, los sistemas existentes no han tenido en cuenta este modelo. La inclusión de factores sociales y aspectos psicológicos, como la confianza del atleta en su recuperación, son aspectos clave que deben integrarse en futuras investigaciones.40 Este enfoque más holístico podría permitir una evaluación más precisa y personalizada del tiempo de retorno al juego, mejorando así la atención y el tratamiento de los deportistas lesionados.4,41

En la actualidad, algunos equipos deportivos ya están adoptando un enfoque más holístico en la gestión de lesiones, reconociendo la importancia de considerar no sólo los aspectos físicos, sino también los factores sociales y psicológicos durante el proceso de recuperación de los jugadores. A través de programas personalizados, estos equipos acompañan a los jugadores desde el momento de la lesión hasta su total recuperación, proporcionando un apoyo continuo.42



CONCLUSIóN

La falta de una clasificación con gran aplicabilidad y consenso en las definiciones de sus categorías para las lesiones musculares en el futbol soccer es un desafío. Aunque sistemas como los de Múnich y Barcelona ofrecen enfoques integrales, persisten desafíos en la aceptación universal y la claridad del lenguaje. Considerar la recurrencia y aspectos psicosociales podría enriquecer futuros sistemas. La colaboración continua entre investigadores y clínicos es crucial para superar estos desafíos y mejorar la coherencia en la clasificación de las lesiones musculares en el ámbito deportivo.


REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)

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AFILIACIONES

1Club de Fútbol Monterrey Rayados, Guadalupe, Nuevo León, México

2Departamento de Ortopedia y Traumatología del Hospital Universitario "José Eleuterio González", Monterrey, Nuevo León, México

3Centro Médico "Lic. Adolfo López Mateos", Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca de Lerdo, México.



CORRESPONDENCIA

Félix Vilchez-Cavazos. E-mail: vilchez.doctor@gmail.com




Recibido: 13-04-2024. Aceptado: 13-05-2024.

Figura 1
Tabla 1
Tabla 2
Tabla 3

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