Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 369-369
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FRAGMENTO

El día de hoy escribo para rendir homenaje a nuestro querido mentor y amigo Alastair Carruthers, que fue un visionario junto con su esposa Jean, quienes vieron el potencial de la toxina botulínica más allá de sus aplicaciones terapéuticas iniciales. Su trabajo incansable no sólo cambió la práctica de la dermatología cosmética, también modificó la percepción pública sobre los tratamientos estéticos mínimamente invasivos. Su habilidad para combinar ciencia y práctica clínica condujo a avances significativos en la seguridad, eficacia y accesibilidad de estos procedimientos, influyendo profundamente tanto en la vida de sus pacientes como en la carrera de sus colegas, principalmente dermatólogos, cirujanos plásticos y oftalmólogos.