2025, Número 2
El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la enfermedad. William Osler
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 101-102
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Ante el afán inquisitivo del hombre en esa contienda permanente que es su propia historia y su propia vida, no sólo se hallan las respuestas que por los caminos de la utopía conducen a las figuras señeras de Tomás Moro, Campanella o Erasmo de Rotterdam, sino que se integra la difícil construcción de realidades concretas, palpables, indiscutibles, a través del arte de la ciencia en sus más elevadas manifestaciones.
William Osler
El día de hoy, tengo el honor de dirigirme a ustedes para celebrar juntos la profesión que nos ha hecho crecer, y ha hecho crecer a nuestro país, la profesión que garantiza uno de los derechos humanos fundamentales, "El derecho a la salud, y con él, el derecho a la vida", gracias a la amable invitación del Doctor Alberto Orozco Gutiérrez, editor responsable de Acta Médica del Grupo Angeles, por su invitación a participar en este número.
Sabemos que en 1937, La Convención de Sindicatos Médicos Confederados de la República Mexicana, propuso el 23 de octubre para celebrar al médico, en presencia entre otros de los doctores Salvador Zubirán, Gustavo Baz, Fernando Ocaranza e Ignacio Chávez profesores de la Escuela Nacional de Medicina.
Entonces para ellos, como hoy para nosotros estaba claro que romper los moldes anquilosados, exhibir lo negativo de tradiciones arcaicas o a los profetas del "nada se puede hacer", no es sólo tarea de hábiles políticos, de brillantes literatos, o de profundos sociólogos sino también de pensadores dentro del estricto ejercicio de la ciencia de la medicina, contribuyendo al progreso de la humanidad abriendo nuevas rutas en la curación de las enfermedades, descubriendo en el laboratorio las verdades del mañana, forjando en la clínica el diagnóstico certero y las soluciones terapéuticas, trasmutando la angustia del quirófano en la tranquilidad de quien yendo en busca de salud, regresa a su vida, a su familia y su circunstancia no sólo libre de los males que lo aquejaban, sino convencido de la existencia de valores en el hombre que ha creído en el hombre, en la hora de las dudas y de la desesperanza.
Cuando se propuso el 23 de octubre para celebrar al gremio médico, se tenía presente que, en octubre de 1833, el Congreso Nacional otorgó al poder ejecutivo que en dicho momento detentaba el doctor Valentín Gómez Farías, facultades para reformar la enseñanza pública en todas sus ramas. Clausuró la hasta entonces Real y Pontificia Universidad de México, creando así la Dirección General de Instrucción y el Colegio o Establecimiento de Ciencias Médicas, misma fecha en que se publicó el Plan de Estudios Médicos. Dicho establecimiento se convirtió en la Escuela del Distrito Federal, más tarde en la Escuela Nacional de Medicina y finalmente en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México desde 1929.
Ante las crisis recurrentes dentro y fuera de nuestro país, la función del médico no debe tener vacilaciones, su proyección social y su actividad científica, no siempre bien comprendida, deberá estar permanentemente amparada con un criterio humanista con el propósito de frenar ese proceso de despersonalización que amenaza con invadir a nuestra profesión, que es por definición humana, solidaria y congruente con las mejores aspiraciones de los seres humanos y que contribuye a la realización de los valores que son en el hombre los de la dignidad humana y en el grupo los del bien común, la justicia social y la confraternidad universal.
Es de destacar la importancia que tiene la participación de la iniciativa privada en la administración de salud en México, en particular la del grupo Angeles Health System, fue hace 38 años gracias al interés de un gran empresario con visión humanista Don Olegario Vázquez Raña y creyendo en la bondad de la Medicina y los Médicos Mexicanos, adquirió las instalaciones médicas que hoy conocemos como Hospital Angeles Pedregal, dotándolas de los mejores equipos médicos para brindar a la comunidad una atención médica de vanguardia, misma que se ha mantenido hasta la fecha bajo la brillante dirección del Lic. Olegario Vázquez Aldir, convirtiéndolo en un verdadero sistema de salud nacional de la más alta calidad.
Con la aplicación de la "inteligencia artificial" en la ciencia médica introducida en el sistema de salud de Angeles Health System, el papel del médico en esta hora de la humanidad no se debe reducir exclusivamente al conocimiento y dominio de todas las alteraciones del organismo, desde las más simples hasta aquellas batallas del espíritu que se libran en las múltiples conexiones interneuronales de nuestro sistema nervioso, sino que deberán trascender los límites estrechos de la ciencia conocida para avocarse a la resolución de las incógnitas dentro del concepto universal de los humanos.
Aprendamos a ser médicos para dominar todos los órganos y sistemas de nuestros semejantes, pero aprendamos a ser hombres para ser fieles a nosotros mismos y para que podamos decir a las nuevas generaciones que a nuestros hermanos los hemos conocido para comprenderlos y los hemos comprendido para amarlos.
Amigos y compañeros, la unidad es la fuerza que nos puede conducir al éxito en todas las fases de nuestra profesión médica, no dejemos que la expertise y el intelecto sirvan para distanciarnos, estemos prestos a reconocer sin egoísmos el compromiso innato que el hombre tiene de exaltar a quien lo merece engalanando el aforismo de que "honrar, honra".
AFILIACIONES
1 Coordinador del Servicio de Cardiología, Hospital Angeles Pedregal.
CORRESPONDENCIA
Manuel Catrip Dávila. Correo electrónico: drmanuelcatripdavila@gmail.com