2025, Número S1
Claves de seguridad en el proceso transfusional
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 7
Paginas: s17-19
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La sangre es un tejido líquido que consta de elementos formes (eritrocitos, leucocitos, plaquetas) y una parte acelular (plasma); dichos componentes tienen diferentes funciones en el organismo, tales como transporte de oxígeno, inmunidad, hemostasia, entre otras.1 La obtención de componentes se inicia con la extracción de la sangre total de un donante y posteriormente su procesamiento para obtener componentes sanguíneos (concentrados de eritrocitos, plasma, concentrados plaquetarios y crioprecipitados), los cuales requieren de una estricta observación.2 Una alternativa para la obtención de los hemocomponentes es mediante aféresis, proceso de separar los componentes de la sangre mediante un dispositivo que cuenta con un sistema extracorpóreo, el cual centrifuga la sangre separando por densidad y retornando al donador los elementos que no son recolectados.3
Es fundamental que el personal médico esté capacitado y cuente con el conocimiento sobre las características de los componentes sanguíneos y su función dentro del organismo, lo que favorece el proceso transfusional y permite garantizar la seguridad en el manejo de los componentes, en beneficio de los pacientes.
En la actualidad, la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha establecido lo que enuncia como gestión de la sangre del paciente o Patient Blood Management (PBM, por sus siglas en inglés), cuyo objetivo general es "garantizar una salud sanguínea óptima en todo el mundo". Además señala que "la salud sanguínea deteriorada abarca afecciones como deficiencia de hierro, anemia, pérdida de sangre y trastornos hemorrágicos; afecta a más de tres mil millones de personas en todo el mundo y tiene importantes implicaciones económicas y de salud".4 Bajo esta premisa, el personal debe ser consciente y comprometido para garantizar que los componentes sanguíneos a trasfundir son óptimos, adecuados, y que podrán mejorar las condiciones de salud de los pacientes que lo requieran.
Las claves de seguridad en el proceso transfusional son puntos en los que se debe prestar atención dado que podrían poner en riesgo el proceso o la cadena transfusional. Dichas claves son: evitar errores de identificación, favorecer un etiquetado de muestras preciso, manejo adecuado de muestras, procesamiento de muestras, solicitud y recepción de los productos, manejo y transporte de los hemocomponentes, manipulación adecuada del producto, indicación precisa y hemovigilancia.5 A nivel mundial existen diversa guías que proporcionan información actualizada sobre el manejo de hemocomponentes; en México, existe una guía de práctica clínica accesible para todo público,6 además de la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012, Para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos, las cuales proporciona información de utilidad y son aplicables tanto en los bancos de sangre como en los servicios hospitalarios que realizan la práctica transfusional como parte complementaria de los tratamientos de diversos padecimientos (Tabla 1).7
En punto importante es que los servicios cuenten con información práctica basada en evidencia, accesible y estandarizada que permita agilizar el proceso transfusional y favorezca el buen manejo de los componentes.6
REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)
Blanco L, Càrdenas JM, Corral M, Fernández C, Grifols JR, Madoz P, Muñiz-Díaz E, Pérez Vaquero M, Rodríguez Vilanueva J. Manual de uso óptimo de la sangre. McClelland DBL, Pirie E, Franklin IM para los socios del proyecto por un uso adecuado de la sangre en la UE ISBN 978-0-9564680-0-0 Publicado por el Scottish National Blood Transfusion Service (Servicio Nacional Escocés de Transfusiones Sanguíneas) Edición en español patrocinada por SETS (Sociedad Española de Transfusión Sanguínea).
AFILIACIONES
1 Banco de Sangre de Centro Médico Nacional Siglo XXI.