Meza-Pérez A

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 80-81
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FRAGMENTO

Cuando en 1987 nos daba clases el doctor Mario González Ulloa, primer cirujano plástico mexicano, nos platicaba en su muy personal estilo, que sus maestros, algunos de ellos compañeros en la década de los 20 (Ignacio Chávez, Abraham Ayala González, Aquilino Villanueva), le decían: Mario, cómo es posible que te vayas a dedicar a la cirugía plástica; qué importancia puede tener el tratar o no de dejar una cicatriz después del cierre de una herida. No pierdas tu tiempo en los puestos de socorro suturando laceraciones en la cara. La verdadera cirugía es la de corazón abierto, la del aparato digestivo, o la neurocirugía. En cuanto a la cirugía estética: en un país como el nuestro, ¡ni pensarlo! te vas a morir de hambre, no tendrás trabajo, las únicas interesadas serán las aristas de fama (Raquel Olmedo, Dolores del Río) las cuales se irán a Europa a operarse y las otras serán las prostitutas, las cuales no podrán pagar por tu trabajo. Mario, ¡recapacita! Tú tienes potencial… ¡Vaya que si lo tenía!