Lima GV, Chávez RG

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 11
Paginas: 60-64
Archivo PDF: 35.39 Kb.

RESUMEN

Introducción. El entrenamiento en trauma no se considera indispensable en Medicina; el médico interno puede representar el primer contacto con el paciente traumatizado. Material y método. Se identificó mediante un cuestionario el grado de conocimientos básicos sobre trauma en médicos que concluían su internado y se determinaron promedio, desviación estándar e intervalos de confianza. Se comparó la calificación (0 a 100) de quienes refirieron haber recibido capacitación en trauma, con la de quienes refirieron no haberla recibido, y la de quienes se consideraban calificados para atender trauma, con la de quienes no se consideraban capacitados, mediante t de Student. Resultados. Se aplicaron 51 encuestas; la calificación promedio fue 48.6 (DE ± 8.65, IC 95% 47.46-49.88); 74.5% refirió haber recibido clases; 19.6% que se consideraba capacitado para atender trauma tuvo calificación estadísticamente superior a la de quienes no lo hacían (53.5 vs. 47.5, p = 0.047), pero no aprobatoria. Discusión. El promedio de calificación no fue aprobatorio. Independientemente de si referían haber recibido clases de trauma durante su formación, sólo una quinta parte de los internos se consideraba capacitada para atender un paciente lesionado. Los resultados muestran un área de oportunidad para la educación médica en atención al paciente traumatizado que debe cubrirse.

REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)

1. Del Valle S. Pegan accidentes a gasto de Salud. Reforma 2004 Ene 20; Secc. A: 1 (col. 3).

2. Padilla Cota FJ, Magaña-Sánchez I, Moreno-Delgado LF. Trauma en Urgencias del Hospital Central Militar. Estudio prospectivo. Rev Sanid Milit Mex 1998; 52: 338-42.

3. Rodríguez-Ortega MF, Delgadillo-Gutiérrez S, Basilio- Olivares A, López-Castañeda H. Experiencia de 11 años en la atención del paciente politraumatizado en la unidad de trauma-choque de la Cruz Roja Mexicana. An Med Asoc Med Hosp ABC 2003; 48: 18-23.

4. Aviña-Valencia J, Garfias-Garnica MG. Prioridades quirúrgicas en el paciente politraumatizado. Estudio retrospectivo, transversal y descriptivo. Rev Mex Ortop Traum 1999; 13: 391-5.

5. Arreola-Rissa C, Castilleja F, Mock CN, Monje MJ. En busca de la excelencia en la atención del trauma en México: ¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde debemos ir? Trauma 2001; 4: 81-4.

6. Mattox KL, Feliciano DV, Moore EE. Trauma. 4th ed. New York: McGraw-Hill; 2000, p. 1514.

7. Brain Trauma Foundation, American Association of Neurological Surgeons. Management and prognosis of severe traumatic brain injury. Brain Trauma Foundation; 2000, 116.

8. American College of Surgeons. Committee on Trauma. Advanced Trauma Life Support. Chicago: American College of Surgeons; 1997, p. 462.

9. Arreola-Risa C, Garza CY, Mock CN. Paramédicos en México: entrenamiento, experiencia y recomendaciones. Trauma 2002; 69-74.

10. Taller de Enseñanza Clínica por Competencias. Facultad de Medicina UNAM; 2002, p. 195.

11. Mock CN, Arreola-Risa C, Vega F, de Boer M, Lormand JD. Fortaleciendo la atención del trauma en México y a nivel Mundial: Proyecto Atención Esencial en Trauma. Trauma 2004; 7 (en prensa).