2021, Número 1
Perseverancia y continuidad de la Revista Mexicana de Mastología
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 5-8
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Sólo se fracasa cuando se deja de intentar.
Abraham Lincoln
La perseverancia no es una carrera larga, son muchas carreras cortas una tras otra.
Walter Elliot
Hace tres décadas, el sueño de cualquier editor era que la publicación de su revista llegase a la mayor cantidad posible de lectores en el mundo. Aunque con muchas limitaciones en su alcance mundial, sólo poco más de un centenar de revistas médicas podía presumir de haber logrado ese objetivo. En México, las revistas biomédicas tenían, en general, tiros de mil a cinco mil ejemplares, unas cuantas publicaban entre 10 mil y 20 mil, y muy pocas (menos de cinco) tenían tirajes de hasta 40 mil ejemplares; y ninguna tenía una distribución internacional significativa. Las restricciones estaban dadas por el costo de edición (papel, tiro, encuadernado) y, sobre todo, por el prohibitivo costo de la distribución postal. Pero la aparición de la Internet y la edición de revistas electrónicas terminó con esa enorme restricción. Ahora, el sueño de aquellos editores está al alcance: la publicación electrónica en línea hace posible que la consulta de sus escritos esté disponible para millones de usuarios de la red mundial. Ése es el gigantesco potencial de una revista publicada en la red.
EL MILAGRO DE LA ESCRITURA
Hace cinco mil años, de la humilde arcilla del Éufrates, nacía el invento más extraordinario de todos los tiempos: la escritura. Ningún otro ha beneficiado tanto a la humanidad, ningún otro ha posibilitado tanto la evolución social del ser humano. Desde aquellas primigenias tablillas de barro, el hombre ha burlado la barrera del tiempo y le ha hablado con voz propia a la humanidad de otras épocas. La invención de la escritura no sólo hizo historia, sino que la inició. El hombre de la prehistoria nos habla a medias, únicamente podemos suponer la forma en que vivía; del de la historia, sabemos cómo amaba y cómo odiaba, sobre sus anhelos y frustraciones, sobre sus alegrías y tristezas, cómo nacía y cómo moría. Sabemos todo eso porque poseía un instrumento que le dio voz propia para hablarle al futuro, el lenguaje escrito.
Habrían de transcurrir otros mil años para que aquellas primeras representaciones pictográficas dieran paso a las silábicas. Fue también en las tierras de Mesopotamia, entre los babilonios, donde se logró este gran avance. Se requirió de 500 años más para que la escritura diera otro gran paso en su evolución. Esta vez fue un pueblo semita del grupo de los cananeos, los ugaritas, quien aportó el gran adelanto: el desarrollo de un alfabeto. Cien años después, otra nación cananea, los fenicios, mejoraron y simplificaron la escritura alfabética y la difundieron por todo el Cercano Oriente y por toda la Costa del Mediterráneo. Otros 100 años más tarde, hace unos 2,800 años, los griegos tomaron para sí el preciado invento y lo transformaron a su fonética, agregando las vocales al alfabeto. Con el desarrollo de un lenguaje escrito en el que un sonido fundamental del lenguaje hablado está representado por un símbolo, por un carácter alfabético, el milagro de la escritura había dado uno de sus mayores pasos: simplificarse y hacerse comprensible para un enorme número de personas.
Fenicios y griegos dieron al mundo una veintena de caracteres, cuyas posibilidades de combinación son infinitas. Dichas combinaciones permitieron a la humanidad recopilar como nunca antes sus más complejos o simples pensamientos y legarlos a la posteridad. Para lograr este gran paso, desde aquellas primigenias tablillas sumerias de barro hasta el alfabeto griego (del cual derivan todos los sistemas de escritura occidentales de la actualidad), se requirieron más de 1,500 años y serían necesarios dos mil más para el siguiente gran logro. Uno casi tan grande como la misma invención de la escritura y tan grande como el desarrollo de la escritura alfabética: la imprenta.
La escritura inicial era ideográfica, conformada por miles de símbolos, estaba sólo al alcance de unos pocos profesionales versados en ella: los escribas. Las representaciones silábicas pusieron disponible la escritura para cientos de personas. El alfabeto fenicio y luego el griego abrieron la puerta de la transmisión del conocimiento a un sinnúmero de personas.
Alrededor de 1436, un alemán, Johannes Gutenberg, aportó al mundo uno de los mayores bienes de la humanidad: la imprenta de tipos móviles. Por primera vez en la historia humana las ideas y los pensamientos podían plasmarse una y otra y cientos de veces para llegar al alcance de un sinfín de personas. Al fin, la escritura tenía la posibilidad de llegar a las grandes mayorías. Todas las áreas del conocimiento humano, sin excepción alguna, se vieron beneficiadas por este extraordinario invento. Las ciencias, la filosofía, las artes, todo el pensamiento humano se difundiría por el mundo como nunca antes había ocurrido. La imprenta revolucionó la forma de pensar y abrió las puertas que conducirían hacia el mundo moderno. Gracias a la imprenta y a la enorme difusión del conocimiento que la acompañó, la humanidad vivió una revolución cultural sin precedentes. Antes de la escritura impresa, avanzábamos con pasos lentos que requerían cientos o incluso miles de años; en tan sólo 500 años, el mundo ha vivido muchos más cambios que todos los registrados por la humanidad en los 200,000 mil años que median entre esta invención y el surgimiento del Homo sapiens. La escritura requirió de dos mil años para extenderse por el Cercano Oriente y el mundo Mediterráneo. La imprenta sólo necesitó de una veintena de años para igualar la misma hazaña, y de otros tantos para superarla y extenderse por todo el mundo. La imprenta posibilitó el desarrollo de las grandes revoluciones del mundo moderno. A pesar de todo, la escritura y su evolución no han dicho la última palabra...
En las últimas cuatro décadas, el avance tecnológico en telecomunicaciones, computación y microelectrónica ha brindado a la escritura una nueva opción: el que ahora podamos poner un escrito a disposición del mundo entero a través de la red mundial, la Internet. Para bien o para mal, el lenguaje escrito y todas las posibilidades de comunicación humana derivadas de él están inmersas en una nueva revolución. No a la de llegar a miles de seres humanos a través de una edición impresa cuyo límite está dado por los costos de impresión y papel, sino a la de estar disponible para cientos de millones de usuarios de la red mundial.
LA REVISTA MEXICANA DE MASTOLOGíA EN LíNEA
La versión electrónica de la Revista Mexicana de Mastología ha publicado los siguientes números en línea: de 2006 a 2008 un número por año; en 2014 tres números; de 2015 a 2017 uno por año; en 2018 no se publicó ninguno; en 2019 dos números, pero el último de éstos, para regularizar la revista, correspondió a los números 2 y 3 de 2019. Después de esto, una vez regularizada la revista, en 2020 fueron editados y publicados los tres números del año. En el primer cuatrimestre de este 2021 se edita el presente número, correspondiente a enero-abril. Así, después de una azarosa y muy irregular publicación durante los últimos 15 años, la Revista Mexicana de Mastología se encuentra sin retraso y con la edición de números en tiempo y forma (Figura 1). Este ha sido un gran logro de la actual Mesa directiva de la Asociación Mexicana de Mastología 2019-2021. Durante esta gestión también se logró que cada artículo incluya DOI (digital object identifier) y código QR (del inglés Quick Response code, "código de respuesta rápida"), ambos recursos permitirán un acceso más rápido y eficaz a los artículos de la revista. Por otro lado, a partir del presente número, los trabajos publicados aparecerán en texto completo no sólo en formato PDF, sino también en HTML; esto posibilitará que la consulta efectuada a través de celulares, tabletas y computadoras sea más fácil porque, con esta versión XML-HTML, el texto se adapta automáticamente al ancho del dispositivo. Es ahora tiempo de mantener la periodicidad, regularidad y continuidad de la publicación de nuestra revista.
Durante los últimos 10 años, la Revista Mexicana de Mastología (en su sitio www.medigraphic.com/revmexmastol) ha recibido más de 345 mil visitantes provenientes de más de 50 países, que en conjunto han realizado 340 mil descargas de los artículos que conforma el acervo de la revista (Tabla 1). Resulta claro que estas cifras se incrementarían significativamente si logramos publicar un mayor número de trabajos.
La Revista Mexicana de Mastología se encuentra en los siguientes índices electrónicos: Medigraphic, Literatura Biomédica; LATINDEX: Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal; Biblioteca del Instituto de Biotecnología UNAM. También se encuentra incluida en Google Académico. Si pretendemos que nuestra revista sea aceptada en otros índices, primero debemos mantener su edición regular (tres números por año) y aumentar el número de artículos publicados. Debemos mantenerla activa.
En esta era de la comunicación mundial, la Mastología tiene mucho que informar. Robert A. Day puntualiza que una investigación no está terminada, sino hasta que está publicada. Escribamos y publiquemos en nuestra Revista Mexicana de Mastología. Contribuyamos a la divulgación del conocimiento, a la educación médica continua y a la construcción del futuro. Mantengamos viva nuestra revista: publiquemos en ella.
AFILIACIONES
1 Presidente de la Asociación Mexicana de Mastología 2019-2021. México.
CORRESPONDENCIA
Víctor Manuel Pérez Sánchez. E-mail: manuelps98@gmail.com