Tabla 2: Preguntas principales que

debe tomar en cuenta el médico,

antes de la prescripción de antibióticos.

Pregunta

Consideraciones

1. ¿Es necesario prescribir un antibiótico? 

Precisar en lo posible el diagnóstico de infección bacteriana/vírica mediante:

a. ¿Se trata de una infección bacteriana con riesgo de complicaciones que se reducen con el uso de antibióticos? 

Utilización de pruebas de diagnóstico rápido en el punto de atención.  Siempre recordar que más del 90% de las infecciones respiratorias son causadas por virus

b. ¿Se puede utilizar la estrategia de receta diferida? (conducta expectante)

Por ejemplo, en casos de otitis media aguda considerar retrasar el inicio si el paciente tiene riesgo bajo y puede responder con tratamiento sintomático

2. ¿Qué antibiótico debe utilizarse?

Individualizar de acuerdo con las características del paciente

2.1 Prescripción empírica:

De acuerdo con el agente etiológico más frecuente, según el tipo de infección, grupo etario y condiciones subyacentes del paciente

De acuerdo con los reportes epidemiológicos locales sobre los perfiles de resistencia

Elegir el antibiótico de menor espectro y con menos efectos secundarios

2.2 Prescripción dirigida con resultado de laboratorio:

Elegir el antibiótico de menor espectro

3. ¿Duración?

Utilizar las guías de práctica clínica y consensos vigentes. Indicar el menor tiempo necesario

4. ¿Los familiares y cuidadores conocen la importancia de la administración y apego al tratamiento?  

Es necesario instruir a los familiares sobre la necesidad o no de prescribir el antibiótico, así como del correcto cumplimiento del tratamiento, y de los efectos adversos 

5. ¿Cuándo es necesario modificar el tratamiento?

Si se cuenta con un resultado de laboratorio y se puede emplear un fármaco de menor espectro

Si la evolución no corresponde al diagnóstico inicial, reevaluar y considerar si se debe continuar con antibiótico

Si hay progresión de la infección, se deberá reevaluar al paciente y considerar las alternativas, no solo de tratamiento sino también de diagnóstico. Tomando en cuenta que la sola persistencia de la fiebre no es el único dato para modificar el antibiótico

Adaptado de: Albañil MR et al.8