Bermúdez JA

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 181-182
Archivo PDF: 73.51 Kb.

FRAGMENTO

La década de los años 60 se caracterizó por las mediciones de los catabolitos urinarios de las hormonas biológicamente activas en recolecciones de orina de 24 horas, empleando las técnicas clásicas de extracción, purificación, concentración, desarrollo de color por reacciones químicas específicas con medición de las curvas de calibración y muestras por fotocolorimetría, incluyéndose también los más antiguos bioensayos en animales como los de roedores (conejo) o batracios (sapos) para las detecciones de embarazo o la manifestación de algunas actividades biológicas, por ejemplo: la progestacional, androgénica o estrogénica en rata. En esta etapa, en alguna de las instituciones del sector salud ya existía la inquietud por modificar dichos métodos, principalmente en lo que se refería a su simplificación para conferirle mayor practicabilidad y confiabilidad, así podemos recordar algunos de los laboratorios de hormonas, pioneros en estas actividades de la Secretaría de Salubridad, como son: el Hospital de Enfermedades de la Nutrición (Dr. Francisco Gómez Mont, Dr. Carlos Gual), Hospital General de México, (Dr. Francisco Durazo, Dr. Juan José Paullada), Hospital Infantil de México (Dr. Cesar Chavarría), del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Hospital de la Raza (Dr. Gabriel Escobar Cauz), Hospital de Oncología (Dra. Edme Pérez Vega), Hospital Colonia de Ferrocarriles Nacionales. (Dr. Domínguez de la Piedra).