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Revista Odontológica Mexicana Órgano Oficial de la Facultad de Odontología UNAM

ISSN 1870-199X (Impreso)
Órgano oficial de la Facultad de Odontología, UNAM
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2021, Número 2

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Rev Odont Mex 2021; 25 (2)


Aplicación de las ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente en odontología

Ensaldo-Carrasco, Eduardo1; Oliva-Olvera, Karla2; Ensaldo-Carrasco, Enrique3; Salazar-Pimentel, Isaí Arturo4; Lezana-Fernández, Miguel Ángel5; Meneses González, Fernando6
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Idioma: Español/Inglés [English version]
Referencias bibliográficas: 41
Paginas: 184-193
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PALABRAS CLAVE

Seguridad del paciente, odontología, recomendaciones.

RESUMEN

La seguridad del paciente es una característica fundamental de los servicios de atención a la salud primaria, incluyendo odontología. Los sistemas de salud en todo el mundo han impulsado programas nacionales para el mejoramiento de la calidad y seguridad del paciente. Sin embargo, esta área en odontología permanece poco estudiada. En México, la odontología ocupa el quinto lugar en quejas médicas entre todas las especialidades médicas y ocupa el primer lugar de quejas provenientes de los servicios privados. Recientemente, el Consejo de Salubridad General y la Dirección General de Calidad y Educación en Salud emitieron las ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente, las cuales deben aplicarse tanto en entornos hospitalarios como ambulatorios. La odontología, al ser una profesión que provee servicios en establecimientos ambulatorios, tiene la responsabilidad de seguir estas acciones. Aun así, pueden existir retos para su aplicación en establecimientos y servicios de atención odontológicos. Por lo tanto, en este artículo se explora la importancia y aplicabilidad de las ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente en odontología.



INTRODUCCIóN

En la atención a la salud de la población, los cirujanos dentistas son proveedores de servicios de atención a la salud bucodental que tienen la responsabilidad de promover hábitos saludables, prevenir enfermedades así como asegurar la seguridad del paciente y la calidad de los servicios de atención a la salud.1,2 México reconoce desde 2007 a la seguridad del paciente como un componente fundamental de la calidad de los servicios de atención a la salud y está actualmente reflejado en el Plan de Nacional de Desarrollo 2019-20243 y en el Programa Sectorial de Salud 2020-2024.4

La seguridad del paciente es considerada como una dimensión de calidad,5 y se define como la reducción del riesgo de daños innecesarios relacionados con la atención sanitaria hasta un mínimo aceptable.6 En este contexto, el daño no intencional –conocido como evento adverso– se estima que ocurre entre 2 y 3% de las veces que los pacientes acuden a servicios de atención primaria.7 Desde el 2002, la Asamblea Mundial de la Salud, ahora conocida como el Programa de la Seguridad del Paciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoce a los eventos adversos como un problema de salud pública.8 Desafortunadamente, la mayoría de la evidencia empírica sobre la seguridad del paciente se ha enfocado a la atención hospitalaria.9

La seguridad del paciente en odontología es un área poco explorada

A pesar de que alrededor de ocho billones de consultas de atención primaria se realizan cada año en países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos,10 la investigación sobre la seguridad del paciente en servicios de atención primaria todavía necesita ser abordada,5 en particular, para obtener información proveniente de países en vía de desarrollo,10 incluyendo a México. En consecuencia, la seguridad del paciente en odontología, siendo un servicio de atención primaria, es también un área poco explorada en el mundo.11 La evidencia empírica disponible señala cinco principales tipos de incidentes de la seguridad del paciente (Tabla 1).11 De la información disponible en México, odontología ocupa la quinta especialidad con mayor demanda de los servicios de arbitraje médico, mediados por la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), entre todos los servicios de atención a la salud públicos, sociales y privados.12 Triana-Estrada al analizar 1,066 quejas reportadas a la CONAMED por un periodo de 10 años (2001-2011), los servicios privados representaron la mayor fuente de quejas (84.1%; n = 896).13 Al analizarse las quejas por especialidad, prótesis ocupó el primer lugar (30.0%), seguido de odontología general (20.0%), ortodoncia (15.0%), prostodoncia (13.6%) y cirugía (8.6%).10 Un subanálisis de 687 de estos casos mostró que en 53% hubo evidencia de mala práctica y 47% de buena práctica.13



LAS OCHO ACCIONES ESENCIALES PARA LA SEGURIDAD DEL PACIENTE

En 2017, en seguimiento al compromiso de mejorar la calidad de los servicios de salud, el Consejo de Salubridad General y la Dirección General de Calidad y Educación en Salud emitieron ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente (Tabla 2).14 Estas acciones son aplicables para entornos hospitalarios y de carácter ambulatorio. En octubre de 2017, el Diario Oficial de la Federación publicó el acuerdo sobre la obligatoriedad de estas ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente, para su implementación en todos los establecimientos de atención médica del Sistema Nacional de Salud (Acuerdo CSG 60/06.03.17).15 Esto incluye los servicios de atención primaria y ambulatorios, como servicios de atención médica y odontológica. Los servicios de atención odontológica son proporcionados en el sector público y privado; sin embargo, la gran mayoría se realiza en el sector privado.16

Ante la escasa evidencia empírica global en materia de seguridad del paciente en odontología, se suele utilizar la evidencia empírica en medicina como punto de referencia. Esto se debe a que actualmente es la mejor evidencia disponible, pero esta evidencia es representativa de los servicios médicos hospitalarios9 y, por lo tanto, los procesos y tratamientos son distintos a aquéllos proporcionados de manera ambulatoria. En consecuencia, la aplicación de las ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente en servicios odontológicos implica retos para su implementación. Por lo tanto, en este artículo se presenta una adaptación de las ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente en la atención odontológica.

  • 1. Identificación del paciente. El propósito de esta acción esencial es mejorar la precisión de la identificación de pacientes al utilizarse al menos dos datos que permitan prevenir errores que involucran al paciente equivocado.14 Estos dos datos del paciente deben corroborase antes de realizar un procedimiento clínico, en particular, con los procedimientos quirúrgicos. Ejemplos de los datos del paciente que pueden corroborarse están incluidos en el expediente clínico, éstos pueden ser el nombre completo del paciente y la fecha de nacimiento. Esta acción es además una de las principales características a corroborar en la lista de verificación para procedimientos quirúrgicos introducido por la OMS.17 Esta lista de verificación también ha sido adaptada para odontología como la extracción de terceros molares,18 tratamientos endodónticos,19 posicionamiento de implantes,20 así como procedimientos dentales en general,21 por lo que esta acción esencial puede implementarse en odontología. Sin embargo, el principal reto es modificar la conducta del odontólogo para que corrobore sistemáticamente, antes de cada procedimiento clínico, la identidad del paciente. Se requieren estrategias educativas en las clínicas de enseñanza y de educación continua para fortalecer conductas positivas preclínicas hacia la seguridad del paciente. Además, se debe tener en cuenta que la identificación de paciente, información personal demográfica e información sobre su estado de salud y tratamientos deben estar correctamente registrados en el expediente clínico. Este expediente debe cumplir las características requeridas en términos de lo dispuesto en el numeral 5.5 de la NORMA Oficial Mexicana NOM-004-SSA3-2012.22
  • 2. Comunicación efectiva. Esta acción busca mejorar la comunicación entre los profesionales de la salud, pacientes y familiares, a fin de obtener información correcta, oportuna y completa durante el proceso de atención.14 Esta acción está a su vez apoyada por el artículo 41 de la Ley General de Salud, el cual establece que los pacientes tienen el derecho a recibir información suficiente, clara, oportuna, y veraz, así como la orientación que sea necesaria respecto de su salud y sobre los riesgos y alternativas de los procedimientos, diagnósticos terapéuticos y quirúrgicos que se le indiquen o apliquen.2 En este contexto, una de las herramientas disponibles para asegurar la comunicación efectiva entre el odontólogo y el paciente es el consentimiento informado. Este documento provee al paciente protección individual de su autonomía, protección de la condición del paciente como ser humano, evita el fraude o la toma de decisiones bajo presión, permite que el odontólogo considere con mayor atención sus decisiones, motiva en el paciente la toma racional de decisiones y promueve la participación del público en su tratamiento.23 Además, la obtención del consentimiento informado es de carácter obligatorio y debe incluirse en el expediente clínico. Lo cual también está estipulado en la NOM-004-SSA3-2012.22 Los requisitos mínimos para la elaboración del consentimiento informado están descritos en la Tabla 3. Los expedientes deben actualizarse de manera periódica y cualquier cambio en el plan de tratamiento inicial también deberá contar con el consentimiento informado. En aquellas situaciones en las que haya comunicación con el paciente de manera electrónica, oral o escrita, y que no esté involucrado el proceso de obtención del consentimiento informado, se recomienda utilizar el proceso Escuchar-Escribir-Leer-Confirmar.14
  • 3. Seguridad en el proceso de medicación. La medicación segura es el tercer reto global de la seguridad del paciente promovido por la OMS.24 Por lo que los países miembros, incluido México, han asumido el compromiso de reducir el daño evitable derivado de la medicación. De acuerdo con el artículo 28 Bis de la Ley General de la Salud, los cirujanos dentistas pueden prescribir medicamentos.2 Por lo tanto, en conformidad con esta acción esencial, el odontólogo debe fortalecer las acciones relacionadas con el almacenamiento, la prescripción, transcripción, dispensación y administración de medicamentos, para prevenir errores que puedan dañar a los pacientes.14 En odontología, el daño no intencional derivado de errores en la medicación se ha enfocado a reportar las consecuencias sistémicas posteriores a la administración de anestesia local, sedación y anestesia general,11 las cuales incluyen eventos cardiovasculares (angina de pecho, infarto al miocardio etcétera), reacciones alérgicas e incluso la muerte del paciente.11,25 Sin embargo, también se han reportado errores de medicación relacionados con la prescripción de medicamentos, ejemplos de éstos incluyen la omisión de la dosis terapéutica en la receta médica, la prescripción de la dosis errónea, errores dactilográficos y errores en especificar la duración del tratamiento.26 Los errores en el proceso de medicación pueden ocasionar reacciones adversas, incluyendo reacciones alérgicas.27 Además, el consumo excesivo de medicamentos, incorrectamente prescritos, o la falta de adherencia del paciente al tratamiento contribuyen a su vez a la resistencia a los antibióticos.28
  • Se estima que la resistencia a los antibióticos representará un problema emergente para la seguridad del paciente en la próxima década.28 Por lo que el fortalecimiento de los procesos de medicación es una acción que debe cumplirse en los establecimientos y servicios de salud odontológica. Cualquier estrategia para fortalecer los procesos de medicación debe apoyarse también en los artículos 37 y 64 de la Ley General de Salud sobre los requerimientos de la receta médica (Tabla 4).2
  • 4. Seguridad en los procedimientos. El propósito de esta acción esencial es reforzar las prácticas de seguridad ya aceptadas internacionalmente y reducir los eventos adversos para evitar la presencia de eventos centinela derivados de la práctica quirúrgica y procedimientos de alto riesgo fuera del quirófano.14 En este contexto, un evento centinela se refiere a un incidente o evento imprevisto en el que se produce la muerte o una lesión física o psíquica grave, o el riesgo de que se produzca.6 En odontología, el procedimiento que ha recibido mayor atención por el riesgo potencial de conducir a daño severo es la extracción errónea, quirúrgica o no quirúrgica, de los terceros molares.29 Sin embargo, existen otros procedimientos quirúrgicos en odontología como el posicionamiento de implantes, regeneración tisular guiada, apicectomías, entre otros. Además, los tratamientos dentales también pueden derivar en eventos adversos con otras repercusiones locales y, por lo general, con menor severidad de daño. Éstos incluyen lesiones por abrasión, quemaduras térmicas, quemaduras químicas, así como la inhalación y/o ingestión de objetos extraños.11,30 Por último, se espera que el odontólogo y el personal auxiliar estén debidamente capacitados para el manejo de complicaciones en el consultorio dental como en el caso de un paro cardiopulmonar o reacciones alérgicas. Al consultarse el Apéndice Normativo "B" de la NORMA Oficial Mexicana NOM-005-SSA3-2010, que establece las características de equipamiento del consultorio dental,31 no se contempla equipo como el "carrito rojo" para hacer frente a una urgencia. Sin embargo, de acuerdo con el punto 3.2 del Capítulo de Referencias de la NORMA Oficial Mexicana NOM-013-SSA2-2015, "Para la prevención y control de enfermedades bucales", se establece en su numeral 5.21 que el consultorio estomatológico debe poseer el botiquín para las urgencias médicas que puedan presentarse.32
  • La estandarización de los procedimientos clínicos permite la reducción de su variación y fortalece la calidad y consecuente seguridad.33 Lo cual requiere esfuerzos coordinados de universidades e instituciones educativas para fortalecer y estandarizar las prácticas clínicas. Sin embargo, la legislación educativa para la formación de recursos humanos en odontología no es clara y esto ha permitido, en consecuencia, la proliferación de escuelas cuyos egresados no cumplen con los estándares de calidad y competencias necesarias para proporcionar atención odontológica segura para la población.34
  • 5. Reducción del riesgo de Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS). El propósito de esta acción es minimizar la ocurrencia de IAAS, a través de la implementación de un programa integral de higiene de manos durante el proceso de atención.14 En México, esta acción ha sido previamente apoyada por la Campaña "SALVE VIDAS: lávese las manos" introducida por la OMS.35 Sin embargo, la reducción del riesgo de infecciones en el consultorio dental no está limitada a la higiene de manos. En odontología, el control de infecciones es probablemente el área más explorada y con gran interés profesional y que además está incluido en la NORMA Oficial Mexicana NOM-013-SSA2-2015, numeral 5.10, que establece que el personal de estomatología debe dominar y practicar los procedimientos de control de infecciones y seguridad del paciente en el establecimiento de atención estomatológica.32 En la actualidad, debido a la pandemia por COVID-19, el control de infecciones en el consultorio dental se ha enfocado hacia el triaje y registro de la temperatura del paciente previo a la consulta dental, así como el lavado y antisepsia de manos, equipo de protección personal, prácticas estándar para la desinfección de superficies y esterilización de instrumental, así como recomendaciones para minimizar la producción de aerosoles y salpicaduras.36,37
  • 6. Reducción del riesgo de daño al paciente por causa de caídas. El propósito de esta acción esencial es prevenir el daño al paciente asociado a las caídas en los establecimientos de atención médica.14 En odontología, la evidencia empírica sobre la caída del paciente en el consultorio ha sido previamente reportada.25 Sin embargo, la frecuencia de tipo de evento y su riesgo de ocasionar daño necesita ser documentado y reportado en otros estudios para obtener un panorama generalizable en la profesión y desarrollar así recomendaciones para su prevención. Por lo tanto, las caídas del paciente en el consultorio dental deben considerarse como un tipo de incidente a registrar en sistemas de notificación de incidentes y eventos adversos desarrollados para odontología.
  • 7. Registro y análisis de eventos centinela, eventos adversos y cuasi fallas. Esta acción busca generar información sobre cuasi fallas, eventos adversos y eventos centinela, mediante una herramienta de registro que permita el análisis y favorezca la toma de decisiones para que a nivel local se prevenga su ocurrencia.14 Los sistemas de notificación de incidentes y eventos adversos permiten obtener información sobre la cascada de acontecimientos que conducen a un evento adverso.38 Sin embargo, la odontología es una profesión que se ejerce principalmente de manera privada. Por lo que los dentistas por lo general poseen todas las responsabilidades administrativas, financieras y clínicas de los consultorios. En consecuencia, los servicios proporcionados en estos establecimientos suelen representar la principal fuente de ingreso, por lo que existe un temor generalizado en la profesión de que al proporcionarse información sobre sus errores y eventos adversos tenga repercusiones negativas, financieras o incluso legales como resultado de una percepción de mala calidad en el servicio por parte de los pacientes.39
  • En México, se reconoce la importancia de un modelo de aprendizaje para la calidad en odontología, a través de la creación de un centro de registro de eventos adversos.34 Sin embargo, éste deberá ser no punitivo, confidencial y/o anónimo, independiente de cualquier autoridad capaz de castigar a la organización o al notificante y la información registrada deberá ser analizada por personal entrenado en sistemas de calidad y seguridad del paciente.38 Cualquier sistema de notificación de incidentes y eventos adversos deberá estar apoyado por el Marco Conceptual para la Clasificación Internacional de la Seguridad del Paciente.6 De esta manera, en el análisis de los eventos reportados se podrán identificar incidentes, cuasi fallas (incidentes que no alcanzan al paciente), eventos adversos (incidentes que ocasionan daño) y eventos centinela.38 De acuerdo con la OMS, un evento centinela se define como todo evento que haya derivado en la muerte del paciente o la pérdida permanente e importante de una función, de carácter imprevisto y sin relación con la evolución natural de la enfermedad o el trastorno subyacente del paciente.6 Por lo que, a través del registro y monitoreo de estos eventos, podrán identificarse prioridades y emitir recomendaciones para la mejora continua en los establecimientos y servicios de atención odontológica.
  • 8. Cultura de seguridad del paciente. La cultura de la seguridad del paciente es el elemento fundamental para la reducción de los eventos adversos40 y se define como el producto de los valores, las actitudes, las percepciones, las competencias y los patrones de comportamiento individuales y colectivos que determinan el compromiso con la gestión de la salud y la seguridad en la organización y el estilo y la competencia de dicha gestión.6 Por lo tanto, la última acción esencial busca su medición para favorecer así la toma de decisiones para la mejora continua.14 En odontología, esta área también ha sido poco explorada. En consecuencia, se requiere adaptar, para su uso odontológico, aquellas herramientas disponibles para la medición de la cultura de la seguridad del paciente en atención primaria.41



CONCLUSIONES

La seguridad del paciente de odontología es un área que requiere un mayor desarrollo en materia de investigación y estrategias para el monitoreo de incidentes y eventos adversos. Por el momento, las ocho acciones esenciales para la seguridad del paciente pueden utilizarse en su mayoría en odontología. Sin embargo, a medida que se incremente la base de evidencia empírica en esta profesión, éstas necesitarán ser actualizadas. Mientras tanto, el mejoramiento de la seguridad del paciente en odontología requiere de los esfuerzos coordinados de las instituciones educativas y las asociaciones dentales especializadas existentes. La pandemia por COVID-19 pone de manifiesto cómo la seguridad del paciente está en constante evolución y necesitará evaluarse periódicamente para corroborar su coherencia con la realidad social actual, los cuales deberán estar apoyados por legislaciones y mecanismos de monitoreo del cumplimiento de las acciones esenciales. La seguridad del paciente es una disciplina que a su vez requiere liderazgo para su adecuada promoción en el gremio profesional.


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AFILIACIONES

1 Doctorado en Salud Pública, Universidad de Edimburgo, Reino Unido. Jefe de Departamento de Investigación. Comisión Nacional de Arbitraje Médico. México.

2 Especialista en Odontología Pediátrica, Hospital Infantil de México "Federico Gómez", Profesor Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. México.

3 Especialista en Endoperiodontologi?a, Profesor Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. México.

4 Subcomisión Jurídica. Comisión Nacional de Arbitraje Médico. México.

5 Dirección General de Difusión e Investigación, Comisión Nacional de Arbitraje Médico. México.

6 Dirección de Investigación, Comisión Nacional de Arbitraje Médico. México.



Financiación: Ninguno. Conflicto de intereses:Los autores declaran no tener conflicto de intereses.

CORRESPONDENCIA

Dr. Eduardo Ensaldo-Carrasco. E-mail: eduardo.ensaldo@gmail.com




Recibido: Abril 2021. Aceptado: Junio 2021.

Tabla 1
Tabla 2
Tabla 3
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