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Revista Mexicana de Medicina Transfusional

ISSN 2007-6509 (Impreso)
Órgano oficial de la Asociación Mexicana de Medicina Transfusional A.C.
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2025, Número S1

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Rev Mex Med Transfus 2025; 17 (S1)


Proceso de atención de enfermería aplicado en medicina transfusional

Texto completo Cómo citar este artículo 10.35366/121339

DOI

DOI: 10.35366/121339
URL: https://dx.doi.org/10.35366/121339

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 10
Paginas: s91-92
Archivo PDF: 161.26 Kb.


PALABRAS CLAVE

Sin palabras Clave



La medicina transfusional constituye una práctica fundamental en los servicios de salud, donde la seguridad del paciente depende directamente de la precisión, vigilancia y profesionalismo del personal que participa en el proceso. En este contexto, la enfermería desempeña un papel crucial, y su intervención debe estar guiada por una metodología científica que permita planificar, ejecutar y evaluar los cuidados de manera sistemática: el proceso de atención de enfermería (PAE). El PAE garantiza un enfoque ordenado, seguro y centrado en la persona, permitiendo que cada acción se fundamente en evidencia y responda a objetivos clínicos concretos.1

La primera etapa del PAE, la valoración, permite identificar riesgos potenciales a través de la recolección de datos subjetivos y objetivos del paciente. En transfusión, esto incluye antecedentes de reacciones transfusionales, estado inmunológico, comorbilidades, signos vitales basales y condiciones del acceso venoso. Esta valoración debe contemplar no sólo aspectos clínicos, sino también emocionales, ya que muchos pacientes manifiestan ansiedad o temor ante el procedimiento.5 Asimismo, la revisión de la indicación médica y del hemocomponente prescrito debe realizarse con precisión y en apego estricto a la normativa nacional.9

Dentro del contexto transfusional, algunos de los diagnósticos NANDA más relevantes incluyen: "riesgo de reacción alérgica (00217)", debido a la exposición a proteínas extrañas; "riesgo de infección (00004)", asociado al uso de accesos venosos y manipulación de hemoderivados; "ansiedad (00400)", por la percepción de amenaza; y "riesgo de desequilibrio del volumen de líquidos (00492)", en pacientes con patología renal o cardiaca.4 Estos diagnósticos permiten establecer objetivos clínicos alineados con los resultados esperados en la Clasificación de resultados de enfermería (NOC), tales como "estado inmunológico", "respuesta hemodinámica", "nivel de ansiedad" y "conocimiento: tratamiento médico".6

La planeación de cuidados deriva en la selección de intervenciones enfermeras específicas, como las incluidas en la Clasificación NIC. Entre las más pertinentes en este contexto se encuentran: "administración de hemoderivados (4030)", que comprende la verificación del paciente, compatibilidad del producto, signos vitales y vigilancia postransfusión; "protección contra infecciones (6550)", que implica técnicas de asepsia, control del acceso venoso y prevención de complicaciones; "disminución de la ansiedad (5820)", mediante información, apoyo emocional y ambiente seguro; y "educación para la salud (5510)", orientada a explicar al paciente y su familia los cuidados antes, durante y después del procedimiento.10

Normativamente, la práctica enfermera en transfusión se encuentra respaldada por la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012, que establece criterios técnicos para la disposición de sangre y sus componentes. Esta norma exige verificar identidad del paciente, compatibilidad del hemoderivado, monitoreo durante la administración y reporte de eventos adversos.9 El cumplimiento de estas disposiciones, junto con el apego al PAE, refuerza la cultura de seguridad transfusional.2 Además, el fortalecimiento del liderazgo enfermero en la aplicación del PAE promueve una visión integral y profesionalizada del cuidado.

La aplicación del PAE favorece también el trabajo interdisciplinario, ya que facilita la comunicación estructurada entre el personal médico, banco de sangre y enfermería. La implementación adecuada del PAE mejora la toma de decisiones clínicas, reduce los errores, optimiza los recursos y promueve una cultura institucional enfocada en el paciente. Por tanto, capacitar al personal de enfermería en el uso de NANDA, NIC y NOC, así como en normativas vigentes, resulta indispensable para garantizar una práctica transfusional segura, ética y basada en evidencia.7



CONCLUSIóN

El proceso de atención de enfermería aplicado en medicina transfusional representa una herramienta esencial para brindar cuidados seguros, normados y humanizados. Su aplicación permite prevenir riesgos, intervenir oportunamente y evaluar la respuesta del paciente de forma objetiva. Al integrar conocimientos técnicos, normativos y humanísticos, el PAE reafirma el rol del profesional de enfermería como líder en la calidad y seguridad del acto transfusional.


REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)

  1. Alfaro-LeFevre R. Aplicación del proceso de enfermería: pensamiento crítico para resultados clínicos positivos, 9a ed. Elsevier. 2020).

  2. Consejo de Salubridad General. Estándares de seguridad del paciente para el Sistema Nacional de Salud. (2022) Disponible en: https://www.gob.mx/csg

  3. Gordon M. Manual de patrones funcionales de salud, 2ª ed., Editorial Médica Panamericana. 2017.

  4. Herdman TH, Kamitsuru S, Lopes CT. Diagnósticos de enfermería: definiciones y clasificación NANDA-I 2024-2026, 12ª ed. Thieme, 2024.

  5. Instituto Mexicano del Seguro Social. Guía técnica para el uso clínico de hemocomponentes. Coordinación de UMAs, 2020.

  6. Moorhead S, Johnson M, Maas M, Swanson E. Clasificación de resultados de enfermería (NOC), 6ª ed. Elsevier, 2021.

  7. Organización Panamericana de la Salud. La sangre segura es un derecho. 2020. Disponible en: https://www.paho.org/es

  8. Organización Mundial de la Salud. Guía para la práctica clínica transfusional segura. OMS. 2018.

  9. Secretaría de Salud. Norma Oficial Mexicana c NOM-253-SSA1-2012, para la disposición de sangre humana y sus componentes con fines terapéuticos. Diario Oficial de la Federación, 2012.

  10. Wagner CM, Butcher HK, Clarke MF. Clasificación de intervenciones de enfermería (NIC), 8ª ed. Elsevier, 2024.




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