2025, Número 3
Ética médica y cirugía maxilofacial
Texto completo
Cómo citar este artículo
10.35366/121764
Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
Paginas: 107-108
Archivo PDF: 236.75 Kb.
Estimados socios y colegas, quiero puntualizar reflexiones importantes que nos ayudarán a tener un mejor entendimiento médico-paciente, para obtener una relación armoniosa y de comprensión mutua entre el profesional de la salud y la persona que busca atención y que se construye sobre la base de la confianza, la empatía y la comunicación efectiva. Implica una conexión emocional y psicológica donde el paciente se siente comprendido y seguro, lo que permite un mejor diagnóstico, tratamiento y cumplimiento de éste. Es así como les pido las lean y hagan suyas estas reflexiones en el quehacer diario de su práctica profesional para lograr mejores resultados en los tratamientos dados a los pacientes.
La ética médica radica en la necesidad de normar los actos médicos en un mundo en que los descubrimientos y los avances tecnológicos se suceden rápidamente abriendo nuevas posibilidades de acción.
Cuando un especialista considera los potenciales beneficios y efectos adversos de un tratamiento hace un análisis riesgo/beneficio y la decisión final se rige por los principios de la ética médica: 1) No maleficencia, es decir, no causar daño. 2) Beneficencia que se basa en promover el bienestar. 3) Autonomía que nos permite respetar las decisiones del paciente, y 4) Justicia que es el trato equitativo para todos. Estos principios guían al profesional de la salud en su quehacer diario, en la toma de decisiones y práctica profesional para asegurar una atención competente con calidad y calidez al paciente.
El principio de no maleficencia es considerado el más importante y significa que cualquier acto médico debe de pretender en primer lugar no hacer daño de manera directa o indirecta. Se hace referencia a este principio en traducción al latín: primum non nocere, que significa literalmente primero no dañar.
El principio de beneficencia está muy relacionado y se refiere a que el acto médico debe de tener la intención de producir un beneficio para el paciente.
El principio de autonomía se basa en la capacidad del paciente de decidir sobre un tratamiento que se le propone. El ejemplo máximo de la autonomía es el consentimiento informado que significa que el paciente otorga su permiso para el tratamiento propuesto por el especialista, de tal manera que la decisión final será consensuada entre el paciente y el médico tratante, aunando el secreto profesional, ya que toda información compartida por el paciente a su médico debe ser estrictamente profesional.
Por último, el principio de justicia obliga a tratar a cada paciente como le corresponde y acceder a los servicios de salud sin sufrir discriminación. Este principio se encuentra detrás del ideal de obtener servicios de salud de óptima calidad accesibles a toda la población de manera equitativa.
Es importante resaltar que en ocasiones se puede presentar un conflicto ético durante la atención, es decir, los valores de alguno de los actores involucrados no se corresponden con los valores del otro y dificultan la toma de decisiones. En estos casos, la aplicación de los cuatro principios de la ética médica ayuda a llegar a una solución.
Al final es importante que el cirujano maxilofacial tenga como norma aplicar estos principios de la ética médica que siempre le ayudarán a tener una mejor atención con sus pacientes apegándose al Lex artis en su práctica profesional.
El valor, la buena conducta y la perseverancia conquistan todas las cosas y obstáculos que quieran destruirlas y se interponga en su camino.
Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense
AFILIACIONES
1 Presidenta de la Asociación Mexicana de Cirugía Bucal y Maxilofacial, Colegio. Bienio 2023-2025.
CORRESPONDENCIA
CMF. María Iliana Picco Díaz. E-mail: amcbm.colegio@gmail.com