Zerón A

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 0
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FRAGMENTO

Quizá la más grande lección de historia es cuando nadie aprendió de las lecciones de su propia historia. Así sería el enlace buscando llegar a una Odontología feliz. La Odontología feliz no es sólo para el dentista o el odontólogo, en todo debe ser primero feliz para el paciente. El bien hacer es el bien estar, estar bien por lo realizado, y merecidamente llegar a el bien tener. La dentistería en sus orígenes fue empírica, y sus pilares fueron la práctica clínica y creativa aunado a la destreza artística para reproducir los dientes perdidos. Los trabajos dentales realizados por los egipcios y etruscos fueron una inspiración que se reprodujo en la mente de los dentistas y en sus libros del siglo XVIII hasta los inicios del siglo XX. El libro de Pierre Fauchard de 1728 reproduce arcos, amarres y alambres inspirados en la práctica de etruscos y romanos. Incluso instrumentos de acero diseñados por el mismo Pitágoras también se reprodujeron hasta en las primeras escuelas de odontología, como en el Colegio de Cirugía Dental de Baltimore inaugurada en 1840 donde sus estudiantes usaban sus primeros «estuches de profilaxis».