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2002, Número 3

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Trauma 2002; 5 (3)


Paramédicos en México: Entrenamiento, experiencia y recomendaciones

Arreola-Risa C, Garza CY, Mock CN
Texto completo Cómo citar este artículo Artículos similares

Idioma: Español
Referencias bibliográficas: 15
Paginas: 69-74
Archivo PDF: 54.96 Kb.


PALABRAS CLAVE

Paramédicos, SME, cuidado prehospitalario.

RESUMEN

Introducción: Salvar la vida de las víctimas de trauma depende de un cuidado prehospitalario adecuado. En años recientes, se ha puesto más atención a este rubro. Sin embargo, aún es necesario dedicar un mayor esfuerzo y atención en desarrollar un sistema médico para la atención de las emergencias (SME) en América Latina. La piedra angular del SME es el paramédico. Objetivo: Entender mejor los antecedentes, entrenamiento y las experiencias en trauma de los paramédicos en México y a la vez proporcionar información que pueda asistir con el desarrollo del SME. Métodos: Se entrevistaron 72 paramédicos, seleccionados aleatoriamente de 7 ciudades diferentes de un estado del Norte de México. Se utilizó un cuestionario estructurado para obtener información sobre antecedentes, entrenamiento y experiencias de trauma, además de sugerencias para mejorar el SME en nuestro ambiente. Resultados: El grupo entrevistado tenía una edad promedio de 26 años, con una experiencia media de 5 años como paramédicos. El 78% tenía un grado de entrenamiento básico TUM mientras que el 22% restante no lo tenía. El 51% de los que trabajaban eran asalariados, mientras que el 49% eran voluntarios. Se reportó una mediana de 325 casos atendidos por paramédico por diversas causas y 150 casos de trauma por año. La inmovilización de cervicales fue utilizado frecuentemente (mediana de 155 veces por año por paramédico), y se administró oxígeno (100/año). Soluciones IV se usaron más moderadamente con una frecuencia de 60 por año. Las maniobras para aliviar la obstrucción de la vía aérea fueron empleadas muy poco, incluyendo la cánula oral (solamente 32/año) y succión (solamente 32/año). Las maniobras avanzadas para la vía aérea, incluyendo intubación endotraqueal fueron realizadas raramente (3/año). Los paramédicos indicaron como impedimento para brindar el cuidado óptimo a un paciente lesionado las siguientes causas: renovación y/o falta de equipo (79%), capacitación (14%), falta de comunicación con el hospital así como de cooperación con el personal de corporaciones similares (4% cada uno). Sugirieron lo siguiente para poder mejorar el SME: mejorar la educación médica continua (56%), mejorar el trabajo en equipo (24%), la comunicación ambulancia-hospital (15%) y unificar criterios y protocolos (10%). Conclusión: Los paramédicos señalaron una extensa experiencia en la atención de trauma prehospitalario. Sin embargo, un número significativo de paramédicos no cuentan siquiera con un grado básico de entrenamiento en urgencias médicas (TUM). El mejoramiento del SME en nuestro ambiente, requiere enfocarse en la provisión de capacitación a quienes trabajan en SME y proveer educación médica continua a quienes finalizaron su entrenamiento básico. Otras prioridades incluyen mejorar el mantenimiento del equipo y la comunicación, administración y organización prehospitalaria.


REFERENCIAS (EN ESTE ARTÍCULO)

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